Leí Cuando mamá lastima porque ahora que soy mamá, y aunque perdoné a mi mamá y me acerqué más ella, tenía la espinita de lo que yo quiero ser para mi hija y mi hijo y después de leer el libro, totalmente tengo otra visión del rol de madre. Entendí más a mi mamá, a mi suegra, tías, primas, amigas, y abuelas. No critico en lo más mínimo a ninguna, al contrario. A pesar de todas, claro que yo cambié y trato de que sientan un apoyo en mí todas la mujeres de mi alrededor y siempre intento de manera suave darles mi mejor consejo y recomendarles las lecturas… Pero ¿cuál fue mi sorpresa? Leí Cuando papá lástima y el shock:   Mis heridas inconscientes eran más con papá. Relacioné ambas partes y con lágrimas acepté muchas realidades y he perdonado a mi papá pero sobretodo a mí misma, ahora lo entiendo a él, después de algunas lecturas lo abracé como cada vez que lo veo, lo abracé como cada día que lo veo pero con total comprensión y sé que lo sintió por la mirada que me regaló. Ahora invité a mi esposo a leer ambos y también se queda intrigado. También se nota que intenta de formas pequeñas hacer un cambio con los demás y sobretodo con nuestra hija e hijo (5 y 4 años respectivamente)… Mil gracias a quienes comparten esas historias. Somos humanos y al compartirlas y leerlas tenemos más en común de lo que podemos imaginar. Gracias Rayo por regalarnos estos libros tan valiosos. Ojalá sigamos sanando el mundo uno con otro. Es bonito y gratificante ver sonreír con confianza a quienes tenemos cerca. Es bonito acercarnos a otros iguales pero con un toque especial en el corazón, lo bueno también se contagia.